LA VIDA COMO MAESTRA
Nací como la hija menor de una familia de cuatro, en la cual rápidamente me titulé como niña laboriosa, traviesa y autosuficiente. En ese hogar recibí la primera gran enseñanza de la vida: "Ser libre implica ser responsable".
Viví en 25 hogares por diferentes países, conviviendo conmigo, con dos y hasta diez personas, donde obtuve la segunda importante enseñanza: "Ser flexible, empática y respetuosa son las claves de una vida junto a otros".
Me formé en RRHH y fotografía, desarrollándome profesionalmente en los campos humanista y creativos. Espacios muy importantes que me brindaron la tercera significativa enseñanza: "El conocimiento existe fundamentalmente para que se utilice".
Emprendí viajes solitarios por América, Asia y Europa, travesías que considero como prestigiosas las universidades de las calles, que me entregaron la cuarta valiosa enseñanza: "Los grandes maestros se encuentran en las experiencias que vivimos".
En sí, mi formación es la unión de todo lo descrito y una vida en movimiento que me regala la quinta profunda y gran enseñanza: "La sabiduría se construye día a día, viviendo con los ojos y pecho abiertos y animándonos".
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